De todas las fuerzas o factores (genéticos, familiares, sociales, energético, psíquicos) que pueden influir sobre la persona, la gravedad es de los mas importantes. Es la fuerza básica que da forma al cuerpo
La creadora del Rolfing®, la doctora Ida P. Rolf, hizo un descubrimiento trascendental: la forma del cuerpo humano se desarrolla y cambia por la influencia de la gravedad.
¿Cuántas veces nos hemos encontrado incómodos contemplando un cuadro en un museo? ¿Incapaces de permanecer “apropiadamente” sentados en una larga jornada de estudio? ¿O en un constante descontento con el contorno del cuerpo, achacándolo a los años o al sobrepeso?
Todas estas señales apuntan a un sencillo problema que ha pasado desapercibido: están en desequilibrio. Están en “pie de guerra” contra la gravedad.
Observemos un árbol que crece en la ladera de una montaña. Durante años ha estado casi vertical, pero un día el viento rompe alguna rama, y el tronco comienza a inclinarse. Con el paso del tiempo el árbol adoptará una forma muy distinta: crecerá torcido y lentamente se doblará hacia abajo. Está sufriendo la influencia de la gravedad. El cuerpo humano a menudo experimenta algo muy parecido.
El hombre tiene una peculiar relación con la gravedad. En lugar de apoyarse con fuerza sobre cuatro extremidades como hacen muchos animales, cuenta con una base más estrecha e inestable de solamente dos puntos de apoyo: sus pies; ésta situación le proporciona más dinamismo y flexibilidad pero le resta estabilidad. Le permite que los brazos estén disponibles para contactar con el mundo que le rodea, pero le predispone a padecer “desalineaciones” y sobrecargas
Que la relación de nuestro cuerpo con la gravedad sea así de complicada tiene que ver con el hecho de que el ser humano se haya convertido en bípedo. Si camináramos “a cuatro patas” sería mucho más fácil para nuestro cuerpo manejar la gravedad ya que la columna es perpendicular a la fuerza de la gravedad y distribuye el peso, sin sufrir sobrecargas, hacia las extremidades. Al apoyarse en dos piernas, la columna es paralela a la fuerza de la gravedad , por lo que LA DISTRIBUCIÓN DEL PESO Y EL MANTENIMIENTO DEL EQUILIBRIO pueden favorecer que se sobrecarguen algunas zonas o segmentos.